El jueves 11 de noviembre se realizó en el Aula Magna de nuestra Facultad el Diálogo Público con las autoridades de la dirección, encabezada por Gloria Villegas. Dicho diálogo fue un logro del movimiento estudiantil que durante todo el semestre ha enarbolado cinco demandas (servicio de comedor y de fotocopias subsidiado, eliminación de cobros en Educación Continua, retiro de las cámaras de vigilancia y actualización del acervo y apertura de plazas para la biblioteca “Samuel Ramos”) y ha recorrido todas las instancias institucionales encontrando una sola respuesta: “No se puede, no nos interesa”. Fue la discusión sobre estas necesidades de la comunidad y la movilización emprendida por la Asamblea Estudiantil, la que obligó a las autoridades a sentarse a la mesa de diálogo, en la cual expusieron sus argumentos acerca el estado actual de los puntos señalados, los estudiantes hicieron lo propio.
A pesar del constante boicot de las autoridades (cambio de acuerdos y promesas incumplidas), el Diálogo Público resultó un éxito y permitió la expresión y el intercambio de opiniones entre universitarios. Sin embargo, las autoridades dejaron patente su política de oídos sordos: cerraron el diálogo diciendo que “la UNAM tiene sus instancias institucionales de toma de decisiones” (un equivalente a “no se puede, no nos interesa”). La directora Gloria Villegas salió sin proponer una solución a las demandas en medio de gritos de los estudiantes que le pedían una fecha para una nuevo Diálogo.
Se demostró que la fuerza de los estudiantes es el diálogo, al momento de exponer argumentos y delinear un proyecto de Universidad de cara a la comunidad, es el movimiento estudiantil quien sale avante, poniendo el acento en el carácter público y gratuito de la UNAM; son las Asambleas el espacio en que todos tenemos voz y voto, donde los estudiantes podemos dialogar, decidir y ejecutar nuestras decisiones. Es el diálogo la vía para solucionar los problemas de cualquier comunidad universitaria, es una lástima que en nuestra facultad las autoridades huyan con tanta insistencia de esa sana práctica; tal vez porque al justificar su actuar (hacer de la Facultad un espacio de lucro) no tienen argumentos. La dirección ha quedado evidenciada.
El subsidio a los servicios de comedor y fotocopias es posible. Muchas Universidades públicas han encontrado mecanismos para ofrecer servicios a su comunidad por fuera de la lógica del lucro y las concesiones privadas, las cuales parecen tener en la Dirección a sus más férreos defensores. Realizar los cambios necesarios dentro de la FFyL para resolver y la necesidades de la comunidad es responsabilidad en primer lugar de las autoridades de la FFyL. No es un problema ni de presupuesto ni de competencia, sino de voluntad política.
No hay nada en qué se puedan apoyar para mantener los cobros en Educación Continua. Si realmente existe un proyecto de divulgación o extensión cultural en Educación Continua, es preferible eliminar los cobros, seguramente así mucha más gente podría acceder a la oferta académica de la Facultad. El problema aquí es que la Extensión de la cultura (una de las funciones esenciales de la UNAM) ha sido utilizada como un pretexto de las autoridades para promover (o cuando menos permitir) el negocio y el lucro en nuestra Facultad.
La instalación de cámaras no responde a una estrategia de seguridad en la Facultad, ya que no parece existir tal plan integral, aunado al hecho de que se colocaron a espaldas de la comunidad requieren una discusión de toda la comunidad al respecto, pero sin las cámaras. Ha quedado claro que es necesario abrir plazas para trabajadores que permita la actualización del acervo de la biblioteca “Samuel Ramos”.
En este momento las autoridades tienen la palabra, deben demostrar si son capaces de abrir sus oídos a las demandas de la comunidad o si seguirán atrincheradas en su cerrazón. Pero en última instancia, sólo la organización de los estudiantes garantizará que las demandas sean resueltas, sólo la participación de toda la comunidad logrará que las cosas cambien para bien en la Facultad de Filosofía y Letras. Estamos cerca de lograrlo, es momento de seguir apostando por la movilización y la organización de la comunidad.
LA PARTICIPACIÓN Y MOVILIZACIÓN DE LA COMUNIDAD ESTUDIANTIL HA DEMOSTRADO SER EL MOTOR QUE HA OBLIGADO A LAS AUTORIDADES DE NUESTRA FACULTAD A NO EVADIR EL DIALOGO
¡SUMATE A LAS ASAMBLEAS, ENTERATE, DISCUTE!
ASAMBLEA DE LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
UNAM
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